martes, noviembre 14, 2006

Adiós a la Nieve

Harry miró, y todo lo que pudo ver fue la cima cuadrada del Kilimanjaro, ancha como el mundo entero; gigantesca, alta e increíblemente blanca bajo el sol. Entonces supo que era allí adonde iba. Ernest Hemingway "Las Nieves del Kilimanjaro" 1938.


Pocos lugares en el planeta cuentan con un aura tan especial como el Monte Kilimanjaro. "La montaña que brilla", en swahili, es mundialmente reconocida por su capa de nieve, la cual se alza sobre las planicies de Tanzania. Contraste insuperable: el extenuante calor de las llanuras africanas con su plétora de animales exóticos (paraíso del safari) y la pureza casi celestial del Kilimanjaro coronando el valle como una visión sagrada. Sin embargo, éste símbolo natural de África (divinidad para las tribús circunvecinas) está perdiendo la nieve que tanto lo distingue. Se calcula que la capa de hielo del Kilimanjaro ha disminuido en un 80% en los últimos 80 años y se proyecta que en alrededor de 15 años se habrá derretido completamente. Lo cual, además de catástrofe estética, supone una perdida millonaria para el Parque Nacional de Tanzania y un desequilibrio en el ecosistema y en la cultura mítica de los pueblos que rodean el antiguo volcán blanco.



La imagen del escaso hielo sobre el Kilimanjaro ha sido la portada de la reunión que celebra estos días el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en Nairobi, Kenya. Organismo que exhorta con urgencia a la revisión del paradigma energético mundial. Principalmente tratando de convencer -ante una evidencia que no sólo es contundente sino que es ya terriblemente conmovedora para cualquiera que tenga un sentido planetario- a aquellos países que se rehusan aún a cumplir con el Protócolo de Kyoto y permanecen en la Disneylandia fosilizada de los combustibles. Mientras tanto el calentamiento global se incrementa y la nieve beatífica del Kilimanjaro perece carbonizada ante la locomoción irrefrenable del oro negro.

www.commondreams.org/headlines05/0314-10.htm

1 comentario:

Anónimo dijo...

is this the begginning of the end?
at least of all as we know it...